SU OBRA MÁS RECIENTE

SOÑADORA REALIDAD

 

 

 

 

Freud decía que el lenguaje de los sueños ha de ser interpretado de un modo simbólico, leyendo sus mensajes en las imágenes. Este cuadro, que terminé en estos días, guarda cierta similitud con la mencionada cita. Es una pintura de interior en cuyo fondo y centrada está la reproducción de un noble edificio perfilado en negro para su mayor resalte. Se trata de una construcción neo-realista de finales del siglo XVIII a principios del XIX, conocido con el nombre de Palacio de la Aduana. Palacio que será a partir de ahora altamente significativo por su contenido. La mujer, de obligada aparición en casi todos mis temas, figura en el cuadro como eje principal de la composición. Mujer absorta y pensativa, apoyada en un taburete con su propia intimidad, desprovista de sus zapatos y en trance de posar. Un tema de interiorismo no observado, ni complacido, es meramente la acción plástica de un cuadro. Solo existe una cierta complicidad de la mujer que nos va a invitar a redescubrir aquellos cuadros magistrales de la pintura española del XIX. Pintura testimonial de una época, de una sociedad y de un modo de ser. Termino sin dejar de preguntarme si la pintura de aquel siglo fue pragmática, fue influida o influyente, o sirvió de mero trampolín para nuevas metas y logros posteriores.
                                                                                            FÉLIX REVELLO DE TORO